Regresa el dúo Scorsese- Dicaprio,
el primero nos trae otra obra trascendental, el segundo nos da la actuación de
su vida hasta ahora, basada en las memorias del corredor de bolsa Jordan
Belfort un genio quien a los 26 años se convirtió
en multimillonario y gracias a una entrevista de la revista Forbes se gano el
apodo de El Lobo De Wall Street. El señor Belfort después de una extrema parranda
de cinco años fue condenado a tres años de cárcel por entre otras cosas manipulación
del mercado y lavado de dinero además de desaparecer 200 millones de dólares de
clientes que le entregaron dinero para hacerlo girar en un mercado meramente
especulativo.
El aclamado realizador cuenta un
viaje de esnobismo bestial lleno de sexo, drogas y por supuesto dinero, los
culos, las tetas se apoderan de la pantalla mas sus desquiciantes personajes de
codicia insaciable y frenéticos a mas no poder pero graciosos debido al nivel de estupidez a los cuales son
capaces de llegar dada la cantidad de droga consumida que se les sale por todos
los orificios del cuerpo humano.
Scorsese en forma de una comedia hilirante se encarga de mostrarnos
cada fiesta, cada excentricismo a un nivel apabullantemente bien logrado de tal
manera que el espectador quede sobrecargado y atónito ante la perdida de
valores en si mismos de estos mounstros de Wall Street encabezados por el ególatra mayor Jordan
Belfort en la piel de Leonardo Dicaprio, su representación magistral de un
hombre de gran carisma e inteligencia, líder innato, capaz de unos discursos apoteósicos
(lo mejor de la cinta) logrando un estado de histeria en su ejercito de corredores
que lucen como manadas de simios, pero que sin saberlo se transforma en un
adicto y esclavo del dinero y de todas las posibilidades que este brinda para
escaparnos de la realidad de nuestra existencia.
Sabemos que son pocos los que no
caen bajo el dominio de la dictadura del dólar representado aquí por el agente del
F.B.I. que le da caza a Belfort, también que los ricos casi en su totalidad no
pagan sus cuentas por lo menos en este plano, así Belfort solo estuvo tres años
en una cárcel vacacional y salió de allí todavía rico, Scorsese no pretende
darnos clases de moralidad, deja en nuestras manos que condenemos o no al
desfile de seres humanos perdidos en el laberinto del materialismo salvaje y
deja claro que ellos posiblemente seguirán hasta el fin de los tiempos ya que
todos no somos capaces de vender un simple bolígrafo como se muestra
desconcertadamente en su cierre de oro, al lobo y sus incautas ovejas.
VALORACION: 10 / 10
alf.cols@gmail.com / Twitter: @cinealfred
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