El cine español en una astuta
jugada como una vez lo hiciesen los italianos, están realizando cintas en
ingles con actores hollywoodenses pero con un personal técnico incluido
director y productores enteramente originarios de la tierra de
Cervantes, de esta manera los españoles tienen mas posibilidades de entrar en
juego en el mercado internacional cuya supremacía yace en la llamada meca estadounidense
del cine.
Ejemplo de esto lo encontramos en
la excelente claustrofòbica Buried, el mismo equipo
productor bajo la batuta de Eugenio Mira realizador de corta filmografía nos
traen una cinta que en cierta medida homenajea a dos iconos del cine de
suspenso, por un lado a la época fructífera creativamente de Brian De Palma y por supuesto al maestro de
maestros y arquitecto que sentó todas las bases del genero: Alfred Hitchcook.
Elijah Wood interpreta a un
prodigioso pianista con una raya a cuesta por haberse equivocado en la ejecución
de una compleja pieza compuesta por su mentor, años después este dará un único concierto
con el piano de su fallecido maestro antes de que el instrumento se convierta
en pieza de museo, el pianista inseguro por su traspié se enfrentara a algo
mucho peor cuando en plena interpretación leyendo las partituras se percata de
un escrito el cual señala que si se equivoca en una nota será asesinado, la
amenaza oculta (John Cusack del que mayoritariamente oiremos su voz) hará que este se coloque unos pequeños audio
parlantes y así darle instrucciones, de no cumplirlas este no dudara en
asesinar a su esposa que se encuentra en el palco.
La clave esta en que el pianista
debe ejecutar la dificultosa pieza de su mentor que no esta en el programa sin ningún
tipo de error, de lo contrario será asesinado, la resultante de esa perfecta ejecución
es lo enigmatico e intrigante ante la audiencia que el misterioso acechador busca.
Con una imponente puesta en
escena del teatro, una excelente fotografía y un manejo sumamente ágil de la
cámara que incluyen tomas continuas o dividir la pantalla a lo De Palma, Grand
Piano en sus 80 minutos mantiene en vigilia al espectador el cual no puede ni
bostezar ante el trepidante ritmo en su montaje, Eugenio Mira sin inventar el
agua tibia nos da una obra que se inserta en el mejor cine de suspenso de
antaño y crea nostalgia en su tributo a la época de oro de los buenos thrillers
que hoy en día sorprenden poco y las que
impactan son escasas.
VALORACION: 8.5 / 10
alf.cols@gmail.com / Twitter: @cinealfred
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