viernes, 30 de diciembre de 2016

HELL OR HIGH WATER De David Mackenzie



Dos hermanos oriundos de las zonas mas rurales de Texas deciden robar una serie de bancos exactamente a la hora en que estos abren, de tal forma de conseguirlos vacios de clientelas y así tratar solo con el personal de los mismos, el plan ha sido elaborado por Toby (Chris Pane) para salvar la granja de su familia y luego colocar todo en un fideicomiso de tal manera de asegurar el futuro de sus hijos  y así no hereden el mal de la pobreza el cual según palabras del propio Toby: “es una enfermedad que ha padecido su familia a lo largo de varias generaciones”, su hermano ex-convicto Tanner (Ben Foster) los secunda y apoya en su plan sin ningún tipo de reproche y condicionamientos, por el otro lado aparece el sheriff Marcus (Jeff Bridges) quien ya apunto de jubilarse se dará como ultima tarea cazar al dúo de atracadores.  
Hell or High Water es un moderno western en donde la línea del bien y el mal es borrada, no existen malos ni buenos, los motivos de las acciones de los atracadores están bien argumentados haciendo difícil al espectador juzgarlos, inclusive las acciones de Tanner el hermano mayor busca pleitos son dadas en situaciones entre la espada y la pared siendo muy fácil condenarlo desde una posición ajena, al menos que se este en su lugar.
El dúo Toby y Marcus esta perfecto y lo que mas cala en el espectador es la solidaridad entre hermanos o familia y que ambos sin ninguna duda por el entorno que les toco vivir  fueron a un sendero que la mayoría de nosotros no queremos transitar, pero como ya dije una cosa es ser observador y otra es hacer acto de presencia en carne y hueso en el drama que allí se plantea.   

Pero quien de nuevo se roba el show es el señor Jeff Bridges, esta leyenda ya ganadora del oscar por Crazy Heart nos vuelve a dar una magistral actuación digna de un Oscar como el sheriff Marcus, en el reposa la comicidad de la cinta, Marcus es el típico cowboy blanco, racista por herencia mas no por convicción, de allí que se la pase casi toda la cinta haciéndole bromas pesadas a su compañero de descendencia indígena por el cual como finalmente se muestra siente un gran aprecio, Marcus es quien se reserva las mejores líneas de la cinta y es presentado con virtudes y defectos al igual que los hermanos roba bancos, pero el carisma y la gracia que le imprime Jeff Bridges a Marcus es lo que lo convierte en el personaje mas reluciente de la propuesta.

David Mackenzie dirige con firmeza una historia en un contexto un tanto ajeno a el, ya que el es britanico, todas sus anteriores cintas incluyendo Perfect Sense fueron historias meramente europeas al igual que su factura, ahora Mackenzie se acopla perfectamente a un relato estadounidense que contiene todos los elementos típicos del cine de esa nación: tiroteos, comedia y drama, pero lo mas importante es la denuncia que subyace a lo largo del metraje, en donde los verdaderos villanos sin duda alguna son el sistema bancario y la dura pobreza que han germinado en la autollamada nación mas poderosa del mundo.   

VALORACION   9/10          


alf.cols@gmail.com / @cinealfred

jueves, 29 de diciembre de 2016

THE NEON DEMON De Nicolas Winding Refn




Insólitamente e increíblemente abucheada en el reciente festival de Cannes la nueva película del gran Nicolas Winding Refn (extraordinario realizador de cintas como Drive y Bronson) es el claro ejemplo de muchas propuestas que en su momento son incomprendidas y pagan un precio momentáneo por sus posturas transgresoras y retadoras, The Neon Demon se atreve a romper con los convencionalismos del cine, tornándose en un manifiesto insultante para toda una clase de intelectuales de oficio del séptimo arte, los cuales en vez de estar abiertos a nuevas ideas y abrazarlas mutan en pastores de un rebaño de ovejas las cuales no permiten que ninguna se salga de la formación, y la que se atreva que se prepare para las consecuencias.  

Se puede entender que el público promedio que tiene en su mente el software del cine meramente institucional y comercial quede desconcertado ante las imágenes y lo que manifiesta Nicolas Winding en su película, lo surrealista es que Cannes se convierta en la plataforma de castración a la libre autoría intelectual, cuando en muchas oportunidades han premiado exactamente lo que ahora pretenden exiliar, ya hemos visto como clásicos de la talla de 2001, El Club De La Pelea, Ciudadano Kane entre otros sufrieron el desprecio y la incomprensión de los críticos del momento para tiempo después tener que meter sus lenguas y sus escritos muy profundo, allí donde no les pega el sol, al quedar en ridículos y desfasados ante obras que estaban muy por delante de ellos y que el tiempo y las nuevas generaciones reivindicaron de manera contundente. 



Es posible que la ira desatada por un grupo de “críticos lumbreras” se deba a la terrible conformidad que caracteriza a esta década y a la mala interpretación de la premisa expuesta por Nicolas en su Demonio De Neon, el realizador no critica a la belleza sino el efecto que esta tiene en aquellos que se sienten inferior a ella o cuando esta se convierte en obstáculo para alcanzar metas y ascender de nivel social, por otro lado Nicolas deja bien sentado que nadie es culpable de ser hermoso o carismático, es una condición que viene o no con nosotros y siempre será un misterio cual es la selección natural que dota de especificas virtudes a unos sobre otros, es allí donde Nicolas mueve a sus personajes secundarios los cuales en conjunto se alzan como los verdaderos protagonistas, el personaje de Elle Fanning como Jessie encabeza al elenco pero es un personaje referencial y catalizador el cual representa la belleza en su estado mas puro sin el agregado de las artificialidades modernas que le son impuestas hoy en día, a pesar de su inocencia y de estar desprovista de maldad ella es la que provoca los conflictos y traumas en todo los caracteres con los cuales interactúa haciendo despertar especialmente en las féminas los mas bajos instintos de celos y envidias, todo esto sin mover un dedo, con tan solo su enigmática, fascínate e intimidante presencia y es obvio que la escogencia del competitivo mundo del modelaje como escenario para esta reflexión sea totalmente acertada.

En lo visual Nicolas toma inspiración para hipnóticamente ambientar la trama de dos maestros tales como Dario Argento y David Lynch, el reconocimiento hacia Argento se da en lo colorido de la iluminación y fotografía, a tal punto de que el mundo en donde nos sumerge Nicolas esta impregnado de una irresistible irrealidad, la utilización marcada de los colores en especial el rojo produce un efecto angustiante y de que algo anda mal, abriendo la brecha  para el camino fatalista en donde se enrumba sin duda la trama, si a esto añadimos el tono oscuro, surrealista y la precisa inclinación hacia una atmosfera de terror y suspenso (sin llegar a posarse plenamente en alguno de los dos) podemos reconocer al Lynch mas enrarecido y enfermizo de sus mejores trabajos (Inland Empire por nombrar uno), de manera que Nicolas aquí realiza un digno homenaje a estas dos figuras icónicas, pero eso si, bajo sus propios términos y como ya es su costumbre con unas tomas muy bien planificadas y encuadradas aupadas con una excelente banda sonora cimentada en la música electrónica.

Una vez más Nicolas Winding Refn se muestra indomable, inclasificable y se mantiene fiel a su exploración de la violencia en sus distintas formas de manifestarse, tal vez el efecto ambiguo que tiene Jessie  sobre los mortales a su paso es el mismo paralelismo que se dio con Nicolas y sus detractores en Cannes, quienes no descartamos que tengan alguna inclinación caníbal alineándose con ese acto metafórico planteado en The Neon Demon.  
  
VALORACION 9/10





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