viernes, 10 de febrero de 2017

TONI ERDMANN De Maren Ade



Tony Erdmann es sin duda la gran película Alemana del 2016, nominada a mejor película de habla no inglesa tanto en los Golden Globes como en los Oscars, esta comedia dramática narra el reencuentro de un padre con su hija, la cual está abocada a su carrera profesional y se ha prácticamente desconectado de todo tipo de relación humanamente emocional, en cierta medida es la realidad laboral que viven muchos de los seres de este planeta, su padre quien intenta en vano lograr algún tipo de conexión con ella y establecer algo de la antigua relación que tenían sobre todo de cuando era niña, decide tomar una decisión drástica y algo descabellada en pos de restablecer la relación y lograr que ella de nuevo vuelva a ser feliz, es allí donde entra el alter ego Toni Erdmann creado por el sexagenario padre.

La cinta que dura casi tres horas en un comienzo da la impresión de evolucionar lentamente, lo cual se va desplomando a medida que el relato sube de intensidad y de tono humorista, la realidad es que su director se toma su tiempo en presentarnos a los personajes involucrados y desarrollar el entorno del padre y de la hija, los cuales son opuestos y entraran en choque impulsado por la cómica, imprevisible e irónica personalidad de Toni, el alter ego del padre.


La historia retrata con precisión a la idiosincrasia Alemana y de allí su puesta en escena muy sencilla y que busca la naturalidad para lograr un relato íntimo,  accesible y lo más cercano posible al espectador, lo prodigioso es que todo funciona a la perfección en paralelo con lo absurdo y alocado de ciertas situaciones, el gran logro de la propuesta recae en la química del dúo protagonista (Sandra Hüller y Peter Simonischek) y en sus excelentes interpretaciones que nunca caen en las aguas de la exageración ya que están cimentadas en la interioridad. 


Toni Erdmann y su humor de tantas caras se convierte en el personaje catalizador y en el referente de cómo deberíamos afrontar una vida que socialmente parece que hemos elegido vivir desprovista de humanismo y felicidad, este mensaje es impregnado en la cinta sin llegar a manifiestos moralistas y evadiendo el tono depresivo del cual hubiese sido fácil haber pecado.

En el caso de Sandra Hüller como la hija Inés, esta logra un adecuado registro actoral como el personaje reflexivo de la obra, con una magistral sutileza cimentada en los gestos y miradas va mostrando sucesivamente sus cambios de actitud hasta llegar a reacciones que evidencian la metamorfosis del caracter en la línea del proceso del reencuentro emocional entre padre e hija, situación emotiva sin llegar a lo meloso, que termina por conquistar al espectador.

Toni Erdmann es el tipo de película atípica cuyas posteriores revisaciones llevaran a un crecimiento de la valía de la obra y de la cual ya se anuncia un posible remake hollywoodense encarnado en el regreso de Jack Nicholson, el cual el mismo sugirió, al declararse admirador de la cinta.

VALORACIÓN 8/10


alf.cols@gmail.com / @cinealfred

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