sábado, 11 de febrero de 2017

MISS SLOANE De John Madden



El antihéroe es aquella figura que realiza actos heroicos que no se desprenden originalmente de convicciones morales o de la idea de la imposición del bien sobre el mal, su personalidad no encaja dentro del perfil del prototipo ejemplar el cual es admirado y seguido, dentro de este esquema  la insólita odisea de una inteligente y audaz  lobista devenida en una especie de antihéroe retorcido es la plataforma en donde se sostiene la cinta Miss Sloane, thri­ller polí­tico que en una vista superficial pareciese que lo expuesto ya ha sido tra­tado en varias opor­tu­ni­da­des pero que gracias al enfoque de su personaje principal y a la correcta interpretación de Jessica Chastain trae algo fresco y novedoso al genero.

Eli­za­beth Sloane (Jes­sica Chas­tain) se espe­cia­li­za en prac­ti­car el lobby para una prestigiosa firma cuyos clientes buscan  tra­tar de influir en las deci­sio­nes que adop­ta­rán los altos fun­cio­na­rios del gobierno de los Esta­dos Unidos, su jefe decide tomar la causa de la Natio­nal Rifle Asso­cia­tion  y defender sus intereses en pos de que cual­quier ciu­da­dano pueda por­tar armas libre­mente, recordemos de que la industria armamentista cuenta con cuantiosos fondos  económicos, lo que la convierte en una cuenta muy codiciada para cualquier lobista, sorpresivamente la señorita Sloane en un acto de supuesta con­cien­cia moral se opone a esto y decide llevarse a su equipo de trabajo al bando contrario, una firma más pequeña a cargo de Rodolfo Sch­midt (Mark Strong), cuya meta es que los sena­do­res legis­len a favor del con­trol de armas. El relato muestra de manera convincente como ope­ran los gru­pos de lobistas y la forma en que  obtienen los apoyos de los sena­do­res para apro­bar leyes al ser­vi­cio de los intere­ses de sus clien­tes, mientras que en el proceso la corrupción prevalece por encima de los valores democráticos que supuestamente estos grupos defienden.





Eli­za­beth Sloane arma una cruzada temi­ble y va quedando muy claro mientras la trama avanza que no tendrá ningún tipo de escrú­pulos para lograr sus objetivos y ganar, el fin justifica los medios, no importan los daños colaterales, inclusive si vienen desde su propia fila, el liderazgo carismático y la fiel vocación a su meta harán que Sloane obtenga lo que quiere sin impor­tar ningún medio  al que tenga que recu­rrir, la señorita Sloane no muestra una clara con­vic­ción polí­tica y tampoco parece importarle el contenido de la lucha que lidera, lo importante es ganar la causa manifestada en una conducta ególatra y narcisista, por lo cual el comportamiento de Elizabeth no dista mucho de la actitud de los poderosos que enfrenta.

Es mas la señorita Sloane expone conductas antes reservadas al genero masculino y en pos de evitar cualquier tipo de rela­ción sen­ti­men­tal que desvié sus metas contrata los servicios de acompañantes varones y así satisfacer sus naturales deseos sexuales, tal vez este sea el único acto en donde Sloane ante la audiencia muestre vestigios de humanidad, en casi todo el metraje Sloane se expone como un ser en total control de sus acciones y que lleva una vida planificada hasta en el mas mínimo detalle, incluido un único restaurant en donde religiosamente cena todas las noches.

La trama como suele ocurrir en este tipo de genero depara giros inesperados pero lo mas importante de la obra es el retrato de una mujer que simboliza el sistema de valores que se ha impuesto a nivel mundial pero sobretodo en los Estados Unidos, una sociedad que no acepta perdedores o segundos lugares y en la cual el ego parece no tener limites, en donde muchas celebridades de cualquier tipo ocultan el culto a la imagen en sus causas humanitarias y políticas.


VALORACION 8 / 10


alf.cols@gmail.com / @cinealfred

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