Ganadora al mejor guion en el festival de San Sebastián
Que Dios Nos Perdone se alza como un
thriller policiaco en la tradición del clásico Seven de David Fincher, afortunadamente la película de Sorogoyen se
va despegando de la influencia de Fincher y va cogiendo forma propia a medida
que se desarrolla el relato, muy bien ambientada en Madrid la historia nos inserta
en la caza de dos policías Alfaro y Velarde a un asesino en serie
y violador de ancianas, lo interesante se sustenta en que los dos policías de
personalidades opuestas, de hecho uno es tímido y tartamudo, comparten
similitudes psicopáticas con el asesino que persiguen, aunque la de cada uno es
de naturaleza diferente.
La trama en su primera hora nos va describiendo a
estos personajes mientras en un bien ubicado segundo plano coloca la investigación
de los inusuales asesinatos, esto le sirve a su director para hacer un retrato
de unos policías llenos de defectos y con graves problemas emocionales, incluyendo
a los personajes de reparto como el amoral y engreído jefe de estos. En la
pareja protagónica tenemos a un detective con graves problemas de control de
ira y que resuelve sus problemas con la violencia como único método, mientras
el otro es un acomplejado por su condición de tartamudez, incapaz de socializar,
reprimido sexual y que en una escena casi le perpetua una violación a una
vecina del edificio donde habita.
Una vez establecido este mundo dual, donde no
existen los héroes convencionales de este tipo de thrillers y con una tensa
calma provista de violencia, en su segundo tramo la
historia se focaliza en el asesino, cuya primera aparición se es reservada ya
hacia los tres cuartos del metraje visionado, el “villano” de la propuesta esta
perfectamente delineado y su enfoque es mas próximo con los asesinos reales en
series que conocemos, olvídense de una figura provista de algún vestigio demoniaco,
estamos ante el vecino de al lado, el que pasaría desapercibido en cualquier
tipo de reunión social pero calzado con una gran inteligencia y malicia, lo que lo
convierte en una presa difícil de cazar.
Otro punto acertado en donde Sorogoyen se aleja
de los convencionalismos del thriller policiaco viene dado en como el dúo
irregular de policías debe enfrentarse mas a las barreras burocráticas que les
son impuestas y a los demonios que rondan por sus cabezas que a las pistas y
evidencias que van encontrando a lo largo de la investigación, los actores Roberto Álamo y Antonio de la Torre brillan en sus
interpretaciones del dúo de inspectores contrapuestos, totalmente
incompatibles y cuyo único camino para lidiar con el asesino pasa por exorcizar
sus propios demonios personales.
El as bajo la manga en Que Dios Nos Perdone es mostrar una cinta de suspenso policiaco en
un entorno desprovisto del idealismo de la lucha entre el bien y el mal, unos diálogos
cotidianos y directos que no se someten al formulismo del cine meramente
comercial, lo que le da una tónica mucho mas realista y cruda a lo expuesto en
el film. Al final se evidencia de que cada uno de los personajes involucrados
en la dinámica policiaca tienen una conexión mucho mas fuerte con el psicópata oficial sin tener ellos la más mínima
sospecha.
VALORACION 8/10
alf.cols@gmail.com / @cinealfred
No hay comentarios.:
Publicar un comentario