El capitalismo
neoliberal muestra su cara más feroz y caníbal en la comedia seria pero muy
seria estadounidense más comentada del 2015, a través de las vivencias de cuatro grupos de
personajes que vieron una oportunidad de hacerse millonarios durante la crisis económica
con consecuencias mundiales del 2008, los bancos nunca creyeron y se reían de las
predicciones de estos personajes basados en seres reales que vieron antes que
nadie e insistieron en que el sistema hipotecario no era estable e iba a
colapsar, se jugaron el todo por el todo, algunos fallaron, otros ganaron. The
Big Short narra de forma muy original y cínica la odisea de estos hombres sin
relación alguna que predijeron la debacle y quisieron aprovecharla para
ganar algo de dinero.
Lo meritorio de The Big Short es lograr que la gente entienda el
complejo mundo de la bolsa, como se maneja el mercado hipotecario, de hecho
este servidor tuvo que verla dos veces para poder entender la dinámica planteada
a pesar de sus saltos en la trama para que celebridades te expliquen terminologías
financieras extremadamente complejas, (entre ellas la sexy Margot Robbie
en un baño de burbujas bebiendo champagne). Ahora bien merece una gran reconocimiento el lograr convertir en
comedia un asunto tan serio y por el cual millones de personas perdieron sus
trabajos, pensiones, ahorros y viviendas. A pesar de lo
tedioso que es de por si para el ciudadano común la dinámica del negocio inmobiliario, el director para fijar el visionado se vale de singulares recursos y muchas variantes cinematográficas, como insertar
pensamientos e imágenes alusivas al estilo de vida estadounidense y un narrador
omnipresente como lo es Ryan Gosling quien le habla de frente a la cámara, al
espectador, lo que le da un sentido vigoroso a la propuesta y que esta no
decaiga en ningún momento.
La
historia basada en el famoso libro no estereotipa en sus personajes ni los
divide en villanos y héroes, ya que todos se mueven o terminan siendo víctimas
y cediendo ante la codicia y el modelo de mercado neoliberal despojado en lo
posible del control gubernamental, lo que hizo viable la estafa contra el contribuyente
estadounidense cometida por los bancos en complicidad con las calificadoras de
riesgos, las cuales en pro a no perder a sus jugosos clientes y por petición de los mismos dieron el visto bueno hasta que la cuerda se reventó a
hipotecas improcedentes de las cuales nunca se obtendrían su respectivos rembolsos.
The Big
Short puede ser considerada una burla por el tono de comedia que la película mantiene,
pero ¿No posee humor cínico la forma en que se lidero esta movida económica?,
por lo tanto se justifica una adaptación que utiliza el humor negro en pos de llamar
la atención sobre todo en la gente que no está ducha en torno al tema, más
cuando unos pocos predijeron el desastre mientras la mayoría se burlaban
de ellos.
No hay
irrespeto hacia lo que muchos vivieron. El director se asegura de transmitir y
cumple el objetivo de ponernos en la situación para analizarla y criticar al
sistema y a quienes lo idearon, The
Big Short es una
oportunidad para disfrutar de actuaciones increíbles, su elenco es admirable
pero la verdadera estrella aquí es el guión muy bien diseñado el cual nos pone
en contexto y nos hace sentir títeres del sistema y sus fallas, al final el
malestar y la impotencia que deja The
Big Short es innegable.
alf.cols@gmail.com / @cinealfred
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