Gracias a las bondades de la cámara digital hoy
en día podemos hacer un plano secuencia de casi dos horas y media sin necesidad
de estar preocupados por el rollo de película, este es precisamente el caso que
se da en Victoria, la ópera
prima del actor alemán Sebastian
Schipper, que en su primera hora se muestra como un especie de documental
que recoge como una emigrante española en Berlín de nombre Victoria conoce a la
salida de un local nocturno a un grupo de agitados jóvenes con los cuales
entablara una amistad que durara hasta la puesta del sol.
En este primer segmento el realizador se encarga
de resaltar y de manera muy efectiva el vinculo que se forma entre la española
(única mujer del grupo) y el resto de sus futuros secuaces masculinos, el
director logra involucrarnos emocionalmente con los personajes a través de una naturalidad
muy bien alcanzada con unas situaciones
espontaneas y unos diálogos sinceros e íntimos que le hablan al espectador de
tu a tu.
Una vez pasada la mitad del metraje la cinta
deriva en thriller criminal y el suspenso y la acción toman el timón pero de
una manera comedida y creíble sin valerse de los clichés típicos de los géneros
mencionados, lo mas importante es que los hechos de este segundo tramo no
chocan con la línea narrativa propuesta por Schipper desde un principio haciendo
coherente cada uno de los núcleos dramáticos que funcionan como un todo
aumentando así la expectativa de cuales serán las consecuencias nefastas para
Victoria y el grupo de chicos descarrilados sobre el sendero que decidieron
transitar.
El nivel actoral alcanzado por el elenco es
extraordinario ya que la interpretación es totalmente corrida, sin
interrupciones, por lo que posiblemente no se descarta que su director haya fomentado
algo de improvisación y así darle el
realismo necesario que requería la propuesta y que coloca al espectador en un especie de rol voyerista.
Con una cámara frenética sobre todo en la segunda
mitad del metraje, Victoria se convierte en una de las cintas más interesantes
del 2015 en donde el conformismo y las historias conservadoras a nivel cinematográfico
(ejemplos como Puente de Espías o Carol) parecen dominar la escena del cine de
autor sobre todo estadounidense.
VALORACION 8 / 10
alf.cols@gmail.com / @cinealfred
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