sábado, 30 de enero de 2016

MACBETH De Justin Kurzel




Al lado de Trono De Sangre de Kurosawa y la versión setentera de Polanski,  la nueva adaptación de la obra inmortal de William Shakespeare MACBETH  a cargo de Justin Kurzel es contundente, visceral, muy lúcida técnicamente sobre todo en el campo cinematográfico y estupendamente actuada por Michael Fassbender y Marion Cotillard en esta odisea hacia el infierno de la ambición desmedida.
A Macbeth (Michael Fassbender) le han dicho tres brujas que va a ser el próximo rey de Escocia, pero también le pronostican el fallido destino que le espera, Macbeth y su esposa (Cotillard) harán todo lo que este a su alcance para tratar de burlar el destino pronosticado y lograr salirse con la suya, pero el remordimiento y la inseguridad por los atroces actos cometidos por este trágico personaje conspiraran totalmente en su contra.

En esta  obra eterna del Dios William Shakespeare nos señala que el tormento de Macbeth se debe a que su real persona no es la que sucumbe ante la codicia y el poder, otro sin conciencia y escrúpulos que hubiese estado en su lugar probablemente se hubiese salido con la suya, pero la naturaleza de Macbeth no es esa, y a pesar de las traiciones y los asesinatos que perpetua le es imposible escapar de su verdadera esencia, el conoce la diferencia entre el bien y el mal, el honor y la deslealtad, de allí que su tormento y tragedia se nos meta en la piel.



El espectador se convierte en un  morboso observador del poder, y del viaje de su personaje principal a los abismos de la locura en un acertado retrato de una Edad Oscura. Esta nueva versión tiene vida propia y es deslumbrante gracias a una puesta en escena que conserva la pureza del relato Shakesperiano bajo una estética con la tecnología cinematográfica actual.

Michael Fassbender, con Steve Jobs y ahora Macbeth demuestra que es uno de los mejores actores contemporáneos y se sumerge  en un papel estupendamente ajustado en sus monólogos en compañía de Marion Cotillard y con su belleza y sus increíbles ojos forman una pareja odiosamente magnética, que nos restriega en la cara lo mejor y lo peor que puede haber en cada uno de nosotros porque  las pasiones y las ambiciones desmedidas y exageradas son parte de la condición humana .


VALORACION 8.5 / 10


alf.cols@gmail.com / @cinealfred

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