En la misma línea de su anterior trabajo Fish
Tank (ganadora del Bafta) ahora Andrea Arnold traslada su
análisis de la juventud pobre británica a suelo estadounidense, este es un road
trip crudo y realista que presenta a una juventud norteamericana sin dirección,
que vive por vivir y en donde el fin justifica los medios en pro de la
supervivencia, aquí Star (Saha Lane)
abandona a su disfuncional familia y se une a un grupo de jóvenes que van
puerta en puerta vendiendo suscripciones para revistas, este grupo es liderado
por una implacable patriarca igual de joven que ellos pero con un determinante
liderazgo y inequívoco sentido de la malicia, su perrito faldero es Jake (Shia Labeouf) quien es el que
anima a Star a formar parte del grupo y con la cual tendrá un peculiar romance.
La cámara casi en tono documentalista sigue de
cerca a esta juventud empobrecida al mismo tiempo que muestra ese lado
estadounidense que casi no se ve en el cine de factura comercial: miseria e
ignorancia, posiblemente la herencia de una nación entregada al ultra
liberalismo y que estos jóvenes que aquí se reflejan mas allá de mejorar su situación
económica entran en un estado total de conformismo y así nos sumergimos en este
viaje en un asiento trasero de una camioneta que va de hotel a hotel y de
ciudad en ciudad, mientras el espectador es colocado acertadamente como uno mas
del grupo con cierta subjetividad, este casi puede percibir los olores del mal aseo
de los chicos o de la marihuana que fuman a diestra y siniestra además de
entonar con ellos las canciones mayoritariamente de hip hop que van escuchando
en sus viajes y que se transforman en la banda sonora de sus vidas.
Andrea Arnold no se anda con rodeos
y a pesar de la algo depresiva atmosfera que se percibe en la cinta nunca cae
en el fatalismo, es mas, le inyecta una gran dosis de optimismo a la trama gracias
a unos personajes que llegan al corazón con un clima de romance y sensualidad impregnado
en todo el metraje y que recae en la pareja Star-Jake, los cuales desbordan un
enorme carisma y química, este pequeño romance esta desprovisto de todo tipo de
clichés y sentimentalismos, es realista como la vida misma y tal vez este sea
el máximo logro de lo concebido por su directora.
Shia Labeouf a pesar de sus payasadas como celebridad para
llamar la atención y ocupar metraje noticioso aquí como Jake nos da un
excelente papel de un vendedor nato, de mucha confianza, pero
que a pesar de su poder de seducción y convencimiento posee un lado débil lleno
de desamparo y de necesidad de ser amado, su contraparte Sasha Lane como Star
se roba en cierta forma la película, siendo este su primer protagónico era
obvio que Andrea Arnold seleccionara a una fémina que le diera corazón y
sinceridad al personaje, por ultimo hay que destacar a Riley Keough como la
intimidante jefa del grupo de chicos, de seguir por esta vía interpretativa no
dudamos en que se convierta en una de las mejores actrices de
su generación.
American Honey ha sido por algunos criticada por plantear un viaje
sin destino, sin brújula, por no tener una resolución satisfactoria como
encontramos en la mayoría de las cintas institucionales, esas voces disidentes
tal vez no se han percatado de que esa era la premisa que quería establecer la directora,
una juventud sin rumbo, haciendo cosas carentes de sentido y a la cual no le
importa vivir su vida como nómadas en lugares desconocidos y sin ningún tipo de
asentamiento, olvídense de cuentos de Cenicienta, aunque también creo que no se
percataron del toque de esperanza que da Arnold hacia la conclusión de la cinta,
en donde el afecto cobra gran importancia y fuerza a pesar del entorno en que
nos toque vivir..
VALORACION 9 / 10
alf.cols@gmail.com / @cinealfred
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