Segunda aparición en la cual se unen las dos
estrellas italoamericanas Stallone y De Niro desde COPLAND (1998) de las
contadas buenas cintas del musculoso Rocky y Rambo. El actor que venia de capa caída
consiguió un aire con las dos cintas de Los Mercenarios y ahora de nuevo
incursiona en la comedia, territorio en el cual siempre ha salido con las
tablas en la cabeza, la grata sorpresa es que esta vez la cosa funciono
posiblemente por la mano del director Peter Segal quien se ha especializado en
este genero y dado a conocer por dirigir algunos éxitos de Adam Slander entre
ellos 50 First Dates (Las Primeras 50 Citas).
El truco y la gracia de la cinta es que tanto
Stallone como de De Niro fungen como parodias de sus míticos personajes de
Rocky y Jake LaMotta (El Toro Salvaje).
Así tenemos dos boxeadores sexagenarios que
alguna vez fueron gloria y que 30 años después uno por necesidad y el otro por
orgullo se enfrentaran en un combate revancha, evento que un principio es visto
con escepticismo por la comunidad deportiva pero que ira adquiriendo
popularidad hacia el publico en el tiempo de promoción de la pelea debido a las
graciosas situaciones a que son expuestos los dos ex-campeones.
De Niro como The Kid una y otra vez evoca al
personaje que le otorgo el Oscar al mejor actor en 1981, cascarrabias,
mujeriego, ególatra e irresponsable luce este The Kid que busca
desesperadamente un ajuste de cuentas en el cuadrilátero, igual que LaMotta es
dueño de un Bar-Restaurant y se empeña en hacerle un mini show a su clientela contándoles
pésimos chistes, Razor (Stallone) es el otro lado de la moneda, miembro de la
clase obrera al igual que Rocky y conformista con su modesta vida, Stallone no
se queda atrás y su carácter trae a colación en dotes de buena sátira a su
celebre Rocky, lo vemos obligado por su sarcástico anciano entrenador Louis (un
excelente Alan Arkin) a tomarse el famoso batido de huevos crudos o a ser
detenido por Louis cuando en un frigorífico Razor intenta entrenar con reces de
carne.
El contraste entre ambos personajes y la química
que se desprende de sus interacciones logran que La Gran Revancha se alce como
una buena comedia y película de esparcimiento, sobre todo para aquellos que
crecieron con Rocky y fueron marcados por Scorsese y su Toro Salvaje.
VALORACION: 7 / 10.
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