¡Poética!, ¡Hipnótica!, ¡Hermosa!, ¡Emocionante!,
¡Romántica!, ¡Trascendental!, sobran los calificativos para describir el
esperado nuevo trabajo de uno de los cineastas mas reconocidos mundialmente: Wong
Kar Wai (Happy Together, 2046, Chungking Express, Deseando Amar).
Seis años de preparación y tres de filmación valieron la pena para que el
realizador chino trajera esta epopeya que se une a Operación Dragón, El
Tigre Y El Dragón y Héroe como las cuatro realizaciones mas
importantes en lo que al cine de artes marciales se refiere.
La cinta narra el surgimiento y la expansión de
las escuelas de Kung Fu contemporáneas en sus distintas variantes desde los
años 30 hasta finales de los 50 a través del legendario Ip Man (Leung
Chiu Wai actor recurrente de Kar Wai) quien fuera maestro de Bruce Lee y su contraparte
femenina Gong Er (Ziyi Zhang del Tigre Y El Dragón). La diferencia
de esta propuesta con respecto a las otras es su enfoque más filosófico sin
empañar los imponentes combates impactantemente bien coreografiados y filmados
añadido a la huella y estilo de Kar Wai que esta presente en todo el
metraje.
Sigue presente esa cámara lenta que tanto lo distingue
esta vez insertada en una superproducción que es la mas ambiciosa llevada a
cabo por Kar Wai, los intimistas decorados, una fotografía densa y oscura que
se equipara con el clímax dramático presentado y la recreación de las épocas
mezcladas con algunas imágenes de archivo que nos ubican históricamente, son
exaltadas con escenas donde los personajes fungen como estatuas de modelos para
un esplendoroso lienzo pictórico los cuales algunos luego se convierten en
retratos colectivos de personajes reales claves de cada momento presentado.
Kar Wai fusiona de manera sofisticada y
convincente la historia china con la fantasía milenaria que mitifica al Kung
Fu, los emocionantes combates se desarrollan prácticamente en planos medios y
planos detalles de los movimientos de brazos y piernas de los luchadores, con
este recurso Kar Wai coloca al espectador en el centro del combate llegando al
punto en que este puede sentir la fuerza de cada golpe y movimiento ejecutado.
El realizador se reserva los últimos 20 minutos de la cinta para dejar aun mas
claro que estamos ante una obra de su ingenio dejando atrás los duelos y así
mostrar el lado mas humano y terrenal tanto de los personajes como de la
historia muy al estilo de Deseando Amar y 2046.
The Grandmaster entra instantáneamente a formar
parte del colectivo esencial cinematográfico asiático, de visionado imperdible
para los seguidores del llamado séptimo arte.
VALORACION: 10 / 10.
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