Después del retrato de Bob Dylan en la piel de
varios actores (I’m Not There) Todd Haynes se basa en la novela de Patricia Highsmith, The
Price of Salt, y retrata a la
Norteamérica de los años cincuenta y se afinca en las miradas y las
caricias de un amor entre dos mujeres, ambas con una posición inocente en torno
a las oposiciones sociales derivadas del conservadurismo de la época.
Carol (Cate Blanchet) acude a unos grandes
almacenes para realizar unas compras navideñas, allí conoce como dependienta a Therese
(Rooney Mara), una breve conversación y unos guantes que deja Carol olvidados en el
lugar marca la pauta del comienzo de un romance que a todas luces no podrá
prosperar, ante el peso y presiones de su entorno. Gracias a la barbárica
interpretación de ambas actrices nominadas al Oscar, la diferencia de edad
entre ambas se aleja rápidamente de la conciencia del espectador y este se mete
de lleno en este affaire en el cual la pareja intentará aplacar sus inclinaciones
sentimentales homosexuales a parte de pertenecer cada una a diferentes
extractos sociales, otro obstáculo típico de ese particular periodo, ambas simplemente se dejan llevar por lo que ha
surgido entre ellas mientras como fuerza opositora aparece el ex marido de
Carol, quien utilizará sus influencias y contactos para truncar el amorío entre
ambas.
Lo positivo de la cinta es la acertada
ambientación de la época dentro de la estética y fotografía de los años
cincuenta, trabajo realizado por el también nominado al Oscar el director de
fotografía, Edward Lachman, quien se baso en las instantáneas de Vivian Maier,
fotógrafa que retrató a lo largo de cuatro décadas la ciudad de Chicago y su
sociedad. Lo otro muy destacable en Carol son las interpretaciones de sus dos
actrices protagonistas, las cuales montan su desempeño en un enfoque más
intelectual que físico, explorándose mas los caminos que establecen una
relación donde la seducción es mas un juego lleno de sutilidades, en donde
Carol aporta madurez y experiencia y Therese frescura e inocencia de juventud.
¿Donde a mi modo esta muy elegante propuesta no
me convenció del todo?, en la pérdida de terreno en lo emocional, no estoy
hablando de melodrama, ni de una historia para cortarse las venas, pero hay un
punto en la trama en donde ya la relación de ambas no importa, si quedan juntas
o separadas da igual, porque parece que al guionista se le olvido que iba a ver
un numeroso publico heterosexual que iba a visionar la propuesta, y a ellos con
tan solo puro intelecto es difícil llegarles, ellos no van a conectarse
emocionalmente, ni van a apasionarse con el conflicto amoroso planteado
precisamente por que los heteros sienten atracción por el sexo opuesto, y esto
no tiene que ver para nada con la homofobia, porque cintas como Brokeback Mountain, La Vida De Adele, Madame
Butterfly de David Cronenberg o
el mismísimo Almodóvar que es gay (y
ha hecho melodramas hetero) demostraron que las temáticas gays pueden conmover
y meterse en la piel de cualquier tipo
de audiencia indistintamente de su inclinación sexual.
Para mi las alabanzas hacia Carol están mas
relacionadas con su logro actoral y estético hecho innegable y posiblemente eso
ha hipnotizado a algunos que se dejaron atrapar por su forma y obviaron un
contenido que no termina de convencer y hasta sucumbe hacia una ruta
conservadora.
VALORACION 6.5 / 10
alf.cols@gmail.com / @cinealfred
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