lunes, 8 de febrero de 2016

CAROL De Todd Haynes



Después del retrato de Bob Dylan en la piel de varios actores (I’m Not There) Todd Haynes se  basa en la novela de Patricia Highsmith, The Price of Salt, y retrata a la  Norteamérica de los años cincuenta y se afinca en las miradas y las caricias de un amor entre dos mujeres, ambas con una posición inocente en torno a las oposiciones sociales derivadas del conservadurismo de la época.

Carol (Cate Blanchet) acude a unos grandes almacenes para realizar unas compras navideñas, allí conoce como dependienta a Therese (Rooney Mara), una breve conversación y unos guantes que deja Carol olvidados en el lugar marca la pauta del comienzo de un romance que a todas luces no podrá prosperar, ante el peso y presiones de su entorno. Gracias a la barbárica interpretación de ambas actrices nominadas al Oscar, la diferencia de edad entre ambas se aleja rápidamente de la conciencia del espectador y este se mete de lleno en este affaire en el cual la pareja intentará aplacar sus inclinaciones sentimentales homosexuales a parte de pertenecer cada una a diferentes extractos sociales, otro obstáculo típico de ese particular periodo, ambas  simplemente se dejan llevar por lo que ha surgido entre ellas mientras como fuerza opositora aparece el ex marido de Carol, quien utilizará sus influencias y contactos para truncar el amorío entre ambas.

Lo positivo de la cinta es la acertada ambientación de la época dentro de la estética y fotografía de los años cincuenta, trabajo realizado por el también nominado al Oscar el director de fotografía, Edward Lachman, quien se baso en las instantáneas de Vivian Maier, fotógrafa que retrató a lo largo de cuatro décadas la ciudad de Chicago y su sociedad. Lo otro muy destacable en Carol son las interpretaciones de sus dos actrices protagonistas, las cuales montan su desempeño en un enfoque más intelectual que físico, explorándose mas los caminos que establecen una relación donde la seducción es mas un juego lleno de sutilidades, en donde Carol aporta madurez y experiencia y Therese frescura e inocencia de juventud.




¿Donde a mi modo esta muy elegante propuesta no me convenció del todo?, en la pérdida de terreno en lo emocional, no estoy hablando de melodrama, ni de una historia para cortarse las venas, pero hay un punto en la trama en donde ya la relación de ambas no importa, si quedan juntas o separadas da igual, porque parece que al guionista se le olvido que iba a ver un numeroso publico heterosexual que iba a visionar la propuesta, y a ellos con tan solo puro intelecto es difícil llegarles, ellos no van a conectarse emocionalmente, ni van a apasionarse con el conflicto amoroso planteado precisamente por que los heteros sienten atracción por el sexo opuesto, y esto no tiene que ver para nada con la homofobia, porque cintas como Brokeback Mountain, La Vida De Adele,   Madame Butterfly de David Cronenberg o el mismísimo Almodóvar que es gay (y ha hecho melodramas hetero) demostraron que las temáticas gays pueden conmover y meterse en la piel de  cualquier tipo de audiencia indistintamente de su inclinación sexual.

Para mi las alabanzas hacia Carol están mas relacionadas con su logro actoral y estético hecho innegable y posiblemente eso ha hipnotizado a algunos que se dejaron atrapar por su forma y obviaron un contenido que no termina de convencer y hasta sucumbe hacia una ruta conservadora.          


VALORACION 6.5 / 10


alf.cols@gmail.com / @cinealfred

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