Espejos prometía mucho en sus intrigantes
avances en las salas de cine, la opera prima de Carlos Manzano una vez llegada
a las salas de todo el pais genera opiniones encontradas, lo que si es cierto es que la
obra es un gran avance en lo técnico y esta muy bien cuidada a nivel de la
imagen pero no nos extraña que tenga costuras en el guion y en algunas
interpretaciones de sus actores, ya he mencionado en otras oportunidades
que el cine Venezolano presenta graves fallas en estos apartados dejando a un
lado una que otra honrosa excepcion. Como ya es mi costumbre al tratarse del cine de mi país hare una critica constructiva y con el atrevimiento de siempre al entrar en lo didáctico ayudado por mis modestos conocimientos, en pos del avance y posicionamiento de nuestras
producciones a nivel internacional. Se apaluden los logros esporádicos en materia de festivales, pero la meta debe ser el crecimiento de la industria cinematográfica
vista como un todo.
Antes de entrar en materia debo
decir que el cine Venezolano ha sufrido subidas y bajones, en los 70’s se dio
un gran boom similar al que vivimos actualmente pero con la diferencia que en
aquel entonces técnicamente las propuestas dejaban mucho que desear,
actualmente gracias a dios ya no tenemos ese problema o ha disminuido
considerablemente, luego del famoso viernes negro de los 80’s poco a poco las
producciones comenzaron a disminuir, ya a mediados de la década ver un estreno
nacional en cartelera era algo no común, lo peor vino en los 90’s, el cine se fue
prácticamente a cero, es en la mitad del nuevo milenio donde gracias a la
iniciativa del gobierno de turno nuevamente las producciones venezolanas
emergieron.
La práctica hace al maestro, para tener un cine de alto nivel este
se debe dar de manera ininterrumpida, lamentablemente esto no ha sucedido en
nuestro país y si hablamos de la formación masiva de los profesionales en esta área
la cosa se pone peor, lo que si ha seguido de manera incesante son las
telenovelas de mal gusto, los sábados sensacionales y pare de contar, con esto
hemos crecido, esta insertado en el inconsciente ya que directa o indirectamente
hemos estado en contacto con ese tipo de “cultura”, es lógico que al llegar al
cine algo de ello lo traslademos a la gran pantalla en perjuicio de la obra, tenemos que exorcizarnos esos demonios,
no estoy diciendo que las novelas terminen, tienen su publico y siempre estarán
allí, pero es de suma importancia que entendamos que el cine es otro medio, es
muy diferente así como lo es del teatro, nuestro
cine si va a ser observado con lupa, las novelas de televisión no.
Cesar Manzano quien también coescribió
el guion y es miembro del elenco protagonista trae una historia dividida en sub-historias
cuyos personajes de cada una tienen un punto de conexión, entre los máximos exponentes
de esta forma narrativa podemos
mencionar a Robert Altman y Quentin Tarantino, por lo tanto es obvio que
Manzano se inspiro y tomo prestado la estructura dramática impuesta principalmente
por este dúo de celebres directores, ya hay muchas cintas de este tipo pero en Venezuela es la primera que se mete de lleno en este
campo, por lo tanto es lógico permitirse hacer algunas comparaciones entre el
trabajo de Manzano y sus mentores.
En la elaboración e interpretación
de los seis personajes principales se nota que unos funcionan y otros no, en
esta oportunidad el trió femenino es el que no logra dar la talla dejando un
poco por fuera a Claudia La Gata.
La evaluación de los personajes
principales se puede resumir de esta manera:
Claudia La Gata (La Actriz): Se convirtió en una grata sorpresa, la
modelo demuestra que tiene madera como actriz en su papel de una celebridad que
sucumbe ante los excesos de la fama y las drogas, algunos de sus altibajos en
la interpretación se deben más a fallas en
la dirección de actores, si se prepara mas La gata puede tener un buen futuro
como actriz dramática.
Cesar Manzano (El empresario corrupto): No hay dudas que es un buen
actor y le da mucha credibilidad a su personaje además se reserva muchas de las
mejores líneas de la película, sobre todo en la escena de su reunión con los
banqueros, esta soberbia, lo que no se comprende es que siendo un buen actor no
se percato o corrigió las sobreactuaciones notorias de parte del elenco en
su trabajo como director.
Isabella Santodomingo (La Alcaldesa): Es el papel más débil de todo
el sexteto protagónico, ya desde el guion su personaje presenta grandes fallas
y si para colmo le agregamos la sobreactuación sostenida a lo largo de todo el
film por parte de Isabella tenemos un caracter que se hace insoportable y que
va en perjuicio de la credibilidad de toda la obra, insólitamente se le dio un discurso de cierre carente de
veracidad interpretativa, ¿No se percato de esto Manzano?
Luis Fernández (El publicista): Luis es un veterano, aquí da la
talla, sus dotes histriónicos los ha demostrado muchas veces, el problema de su
personaje no viene de el, proviene de un dibujo errático en su construcción
desde el guion, su dilema existencial es forzado, la gente a los 40 ya esta
clarita de su inclinación sexual ya sea hetero, homo o bisexual, su confusión es
valedera si fuese un adolescente o un veinteañero, recordemos que para elaborar
el perfil de los personajes hay que hacer algo de investigación psicológica.
Clarissa Sánchez (La esposa insatisfecha): Una de las
interpretaciones mas difíciles es la de un ser inseguro y vulnerable, eso tiene
que la audiencia asimilarlo de manera correcta, en algunos momentos Clarissa logra algo de introspección en sus
emociones, el publico no es tonto y puede
ver que la verdad es que lo que sobresale y mas con una cámara fija en la cara
en primer plano es que a Clarissa le falta mucho para llegar a la altura del difícil
papel que le encomendaron, necesita mas estudio y preparación, al final su
personaje se cae en pedazos y no logra ningún tipo de empatía, de nuevo
pregunto: ¿No se percato de esto
Manzano?
Carlos Camacho (El jugador): Lo mas destacable de Camacho aparte de
su buena interpretación es su manejo correcto de la dicción y entonación necesaria
para que el personaje tenga credibilidad, transmita y cale, no hay nada peor
que ver a un actor recitando un guion, Camacho dice sus líneas muy naturalmente
sin acentuar de mas las benditas eses al final de las palabras (esa es la forma
en que se habla coloquialmente en Venezuela) de la misma forma que lo hace Cesar
Manzano.
El guiòn firmado por Cesar Manzano y Sebastian
Torres se le concede que es el primero en llevar las historias paralelas al
cine nacional y enlazarlo con la idiosincrasia de Venezuela, eso se logra, las
cadenas de sucesos y los diálogos tienen un buen ritmo y mantienen la atención de
principio a fin, pero es en el perfil de algunos de sus personajes sobre todo
los femeninos en donde se encuentra la gran falla estructural del guion y si
añadimos la imprecisa dirección o la desacertada escogencia de los actores ya
en el proceso de producción es predecible que esto afecte la credibilidad de la
obra, al final a nivel argumental todo se queda en buenas intenciones pero dados
los defectos en su estructura salimos de la sala con la sensación de que no
vimos una película si no una especie de ensayo de la misma, si el espectador no asume lo que ve en
pantalla como real y al contrario entra en conciencia de que esta presenciando
una película, lo planteado se va por el despeñadero.
Una vez mas el síndrome telenovelesco
se apodera de la cinta pero ya hacia su cierre, si Manzano quería hacer algo a
lo Altman, Tarantino o Cassavetes, debe saber que estos nunca ponen por encima
la emociones sobre el intelecto (no es que no exista emocionalidad en la obra)
y mucho menos caen en un panfleto poético moralista con música sentimentaloide de
fondo que rompe con todo el excelente código oscuro del cual venia el film.
Espejos comete el pecado de darnos un cierre explicativo, es espantoso
subestimar al espectador, el no es idiota, el sabe la critica y la denuncia de todo
lo que presencio y al final se le debe dar una brecha para que el juzgue
individualmente, no hay que agárralo de la mano y darle un sermón como si de un
niño se tratase, si esto se dio por presiones ajenas al director este debe dar
la pelea, por que queda en tela de juicio la veracidad y el valor artístico de
su obra.
En Espejos también hay cosas muy
positivas, lo mas destacable es la dirección de fotografía a cargo de Junior González, la cuidada construcción
de cada uno de los encuadres es memorable haciendo que la cinematografía se
convierta en la gran protagonista y estrella de la cinta, esta logra inclusive
hacer soportable y darle algo de credibilidad a las malas interpretaciones de
parte del elenco, se felicita a Cesar Manzano ya que se nota que se afinco
junto a González en conseguir un refinado lenguaje visual muy llamativo y que
pone en contexto al entorno en donde los personajes se mueven.
Otros reconocimientos a la imponente puesta
en escena de Ronald Felice y Fabiola Fernández magistralmente armonizada con los fotogramas así como a la excelente musicalización de Miguel Emmanuelli, lo que hace que Espejos
sea Junto a Libertador las dos mejores cintas en la historia nacional con mejor
fotografía, diseño de producción y música que he presenciado hasta el momento.
Seguimos esperando y sabemos que llegaría
el día en que las cintas Venezolanas se conviertan en referenciales a nivel
interpretativo, algo que hasta ahora desde mi perspectiva solo parece manejar Fina Torres, la cual parece saber la importancia de un buen casting, ensayar y ensayar con los actores
antes de entrar en filmación y ser minucioso y exigente a la hora
de dirigir.
VALORACION: 6 / 10
alf.cols@gmail.com / @cinealfred
No hay comentarios.:
Publicar un comentario