El cine en general pero sobre todo el cine de acción
atraviesa un fuerte desgaste unido a una falta de creatividad sorprendente, una
y otra vez los mismos clichés sumados a la orgia de efectos por ordenador ya no
causan sorpresa e impacto, más específicamente en los seguidores del género, es
por eso que algunos cineastas están optando por la simplicidad y el retomar de
los códigos de las producciones en mayor medida setenteras en donde la falta de
tecnología era suplantada por la acción real elaborada por dobles
especializados, pero el público de hoy es muy inteligente e inmediatamente
reconoce cuando el actor es suplantado por un doble, esto ha obligado a muchos
actores a dar un paso al frente y encarar ellos mismos prácticamente todas las secuencias
de acción, incluyendo las que conllevan algún tipo de riesgo.
Charlize
Theron
después de la cinta ya de culto Mad Max: Fury Road se anota otro punto a
favor con Atomic Blonde, adaptación de la novela gráfica de Anthony Johnston y Sam
Hart, The Coldest City, Charlize
de nuevo nos presenta una osada heroína transgresora, pero con el ingrediente
de estar insertada en el contexto del espionaje internacional, Lorraine Broughton es una agente
al servicio del reino unido en un injerto con
toques de femme fatale y lo mejor de James Bond, pero sin el aura fantástica
que siempre ha llevado este presente, Atomic Blonde se desarrolla en un contexto más realista y crudo, tomando
como escenario la Alemania pre-caída del mítico muro, a través de un
interrogatorio realizado por los superiores de Lorraine (John Goodman y Toby Jones), se va armando en retrospectiva un rompecabezas de los sucesos
narrados por ella pero desde su punto de vista, de allí parte la posible
manipulación y vuelta de tuercas del relato subjetivo que el espectador
presencia.
La ópera prima de David
Leitch quien se había hasta ahora desempeñado como coreógrafo de escenas para
cintas de acción y que dirigió algunas secuencias de la interesante John
Wick, lo expone como un realizador que tiene un perfecto dominio y
pleno conocimiento de cada enfoque que nos presenta y una capacidad de armar a
la perfección cada impactante combate cuerpo a cuerpo que es el predominante en
las secuencias de acción de Atomic Blonde, es aquí donde hay que hacerle un
gran reconocimiento a la encantadora Charlize
Theron quien realiza ella misma todos los coreográficos combates (en
algunos casos en tomas continuas sin cortes) con una veracidad impresionante,
su total compromiso con el personaje y su riguroso entrenamiento para el papel
encomendado rindió sus frutos, Lorraine Broughton es uno de los mejores caracteres femeninos de acción llevados al cine, y
atención: cuidado si posiblemente sea el mejor.
Atomic Blonde cuenta con
un reparto extraordinario, en el que si bien Charlize Theron domina toda la
trama no podemos dejar a un lado el soporte que brinda James McAvoy, quien ya
se lució este año en Fragmentado y aquí de nuevo logra un excelente registro
dual en su personaje, del cual uno no sabe que esperar. La espectacular
ochentera banda sonora compuesta por canciones memorables en su mayoría del pop
ingles del momento logran acentuar la atmosfera caótica y peligrosa de un
Berlín que acaba siendo un personaje más, anclándose en una acertada colorida
fotografía y un logrado diseño de producción.
En lo que va del año
Atomic Blonde se perfila como la mejor cinta de acción, aunque todavía quedan meses por delante y estrenos por
venir, sin duda esta quedara como una de las mejores realizaciones del 2017.
VALORACION. 8/10
alf.cols@gmail.com / @cinealfred
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