El Mejicano Alejandro Iñarritu el rey del
cine depresivo sorprende ahora con su primera comedia, eso sí, el drama
existencial de sus personajes continua estando presente, Birdman es una cinta en donde Iñarritu evoca el cine de leyendas
como Luis Buñuel o Fellini, el tono surrealista se apodera de gran parte de la
historia para contextualizarnos en el mundo del espectáculo, específicamente el
de un actor venido a menos Riggan (Michael Keaton) quien tiempo atrás
cosecho éxitos en el cine interpretando a un superhéroe (cuyo nombre da título
a la cinta), ahora en el ocaso de su carrera decide montar una obra de teatro y con
esta tratar de reivindicarse y buscar credibilidad, Riggan se encontrara con
miles de obstáculos en la salida a flote de su arriesgada empresa pero
principalmente su lucha es interna, Riggan es otra víctima de todas las frivolidades
existenciales que invaden a las “estrellas” del star system hollywoodense, mas allá
de demostrar su venas como artista lo de Riggan es egocentrismo puro, de allí sus
alucinaciones que lo dotan de superpoderes que solo el espectador presencia, este sitial quimérico en su psiquis es solo una forma de escapismo para no
afrontar entre otras cosas su complicada relación con su hija Sam (Emma Stone) o lidiar con las
excentricidades de otro actor Mike
(Edward Norton) quien funciona como un espejo de Riggan.
Mientras la trama avanza vemos
como otros elementos ajenos a la dinámica de la obra de teatro en si entran en
juego en contra o a favor, entre ellos el amarillismo de los medios. Iñarritu de
cierta manera plantea en estos tiempos y bajo su absoluto estilo lo que Fellini
brindo en la maravillosa 8 y ½, para
esto el director se vale de una excelente fotografía que se construye a través de
la unión de varios planos secuencias que al final bajo el poder de la edición nos
dan la sensación de que vimos una pieza corrida sin cortes bajo la óptica de
una sola cámara, esta forma narrativa escogida por Iñarritu funciona de maravilla
para ilustrar el mundo caótico y el estado mental de Riggan.
No podemos dejar de mencionar el
uso minimalista de la banda sonora que prácticamente se limita a un solo de batería
que refuerza los códigos narrativos antes mencionados.
Al final Michael Keaton nos entrega
el mejor trabajo actoral de su carrera sin dejar de lado su excelente elenco en
el cual también figuran Naomi Watts quien ya trabajo con Iñarritu en 21 gramos, su primera incursión en ingles.
Iñarritu da un salto adelante haciendo una propuesta muy diferente a sus
antecesoras y sin dudas la convierte en la cinta estadounidense más osada del 2014,
dejando sentado que es posible trabajar en la meca del cine bajo propios términos
y sin sucumbir a fórmulas comerciales preestablecidas
VALORACION: 10 / 10
No hay comentarios.:
Publicar un comentario