Desde Indonesia llega esta nueva
joya del cine de acción y artes marciales, la segunda parte de la ya legendaria The Riad es muy diferente de su predecesora, de hecho
estamos ante una nueva película que solo tiene como punto de conexión el antiguo
policía héroe que participa en una sangrienta redada en un edificio controlado por
una banda criminal, en esta secuela este es obligado a infiltrarse en lo mas
profundo de toda una organización delictiva con el propósito de desmembrarla
desde adentro.
Esta historia ha sido contada ya
otras veces pero lo importante y trascendental de esta secuela que supera con
creces a la primera que fue muy alabada es
el triunfo total de la forma sobre el contenido,
aunque suene extraño este es un caso atípico en lo que al relato cinematográfico
se refiere, si bien la trama no es nada del otro mundo todo lo que tiene que
ver con el diseño de producción transforman a la propuesta en algo sumamente original
y que no deja que apartemos la mirada durante sus dos horas y media de duración
que ofrecen solo pocos segundos de descanso, los elementos que conforman el caparazón
visual de un film están soberviamente colocados y en perfecta armonía, hecho
que no puede ser negado por cualquiera que tenga los mas básicos conocimientos de
cómo hacer buen cine.
La película de Gareth Evans es
una de las cintas de acción mas violentas que he presenciado y pudiera ser la
mas cruda de todas, cada escena esta hermosamente coreografiada, cuidada en el
mas mínimo detalle y con unos tiros de cámara que rozan lo imposible, ejemplo
de esto lo podemos ver en la multitudinaria pelea carcelaria en un patio
cubierto de barro filmada prácticamente en un gran plano secuencia en donde cada
actor entra en cuadro de manera caóticamente disciplinada en el titánico recorrido
de la cámara, al presenciar esto seria deshonesto no quitarse el sombrero ante la majestuosa empresa de planificación y arquitectura escénica mas su resultado.
Los amantes de este género se darán
banquete en una presentación que maneja casi todas las posibilidades devenidas
de la violencia: una mortífera mujer que utiliza como arma letal dos martillos
o el hombre que convierte un bate y una pelota de beisbol en un cañón
inclemente.
Después de terminar lo visionado nos
preguntamos ¿De donde saco el director a este coctel de personajes retorcidos?,
¿Son actores o realmente son psicópatas de verdad?, es allí donde se mide la
capacidad de un director que sabe exactamente lo que busca y es capaz de sacar
el mejor provecho de une elenco que no tiene desperdicio.
Eso si, si usted es sensible con
la sangre que aquí corre de galones, aléjese de aquí.
VALORACION 8 / 10
no solo es Agreste sino remakiabelika es espectacular
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