De la legendaria serie de televisión creada por Gene Roddenberry la cual fue un fracaso en su temporada de transmisión en los 60 para luego en su retransmisión en los 70 convertirse en un icono pop y generar cinco películas con el reparto original y otra serie en los 90 con nuevo elenco, surge esta precuela cinematográfica de los inicios de las aventuras del capitán Kirk y el señor Spock a bordo de la nave Enterprise, la primera cinta de este nuevo enfoque de Viaje A Las Estrellas fue consumada en el 2009 por J. J. Abrams quien venía de realizar la notoria Misión Imposible 3, el éxito comercial pero sobre todo artístico del Star Trek de Abrams se debió al respeto por el espíritu de la serie original y las películas previas mas una correcta selección del casting encabezada por Chris Pine como Kirk y Zachary Quinto como Spock, papeles que originalmente fueron interpretados por William Shatner y Leonard Nimoy respectivamente, lograr que el espectador acepte y hasta se olvide de los interpretes originales ya insertados en el colectivo en esta nueva adaptación es un logro astronómico y más tratándose de los Treekie (fans de Star Treck) conocidos por su devotismo y excentricidades.
El señor Abrams después de haber dejado claro y sin duda alguna con su tercera cinta Super 8 ( homenaje a los inicios de Spielberg) que es un realizador de productos de consumo masivo pero con gran dignidad, llega con la esperada continuación de esta nueva franquicia que hasta el momento se revela como la mejor película de entretenimiento del año y muy pero muy por encima de todas las producciones estrenadas en esta temporada veraniega en donde la mediocridad parece ser el plato fuerte, en ejemplos como Iron Man 3 o Man of Steel.
Viaje A Las estrellas: En La Obscuridad es una épica galáctica de lujo, con un ritmo vertiginoso pero bien comedido, donde la trama y los personajes no son aplastados por el mounstro de los efectos visuales y ojo que aquí hay bastantes, en donde el espectador se convierte en un viajero interplanetario y explora unos mundos fascinantemente ambientados que no hacen referencia a nada que se haya visto antes y para colmo nos regala sorpresas en sus giros que se revelan como delicia para todos los fanáticos y los que conocemos de que va la cosa.
J. J. Abrams es de los pocos que dan ejemplos de lo que debe ser el cine comercial, ese que no importa cuanto nos cueste con tal de que acompañados de las cotufas y el refresco pasemos dos horas memorables que se incrustan en nuestros recuerdos poniéndonos en contacto con la grandeza de antaño Hollywodense de alguna forma ya extinta.
Por algo George Lucas lo considera el primer candidato para ponerse al frente de Star War: Episodio VII.
VALORACIÓN: 8.8 / 10
alf.cols@gmail.com / Twitter: @cinealfred
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